La manera de resolvernos es estando presentes

Los seres humanos somos un maravilloso misterio, y muchas veces no sabemos cómo resolvernos a nosotros mismos.

Somos un conjunto de pequeños puntos de energía que vibran y dan forma a nuestra existencia. Como cuando arrojamos arena sobre una plataforma en movimiento y aparecen figuras sorprendentes: círculos perfectos o líneas que se entrecruzan y danzan.

Así también somos nosotros: formas vivas, únicas, capaces de sentir y de pensar.

Necesitamos de otros seres humanos para sobrevivir, aun siendo la especie más dotada de la Tierra. Y también necesitamos de todo lo que nos rodea: la naturaleza, que no solo está afuera sino que es parte de lo que somos y a lo que pertenecemos. 

En este tiempo de exceso de información seguimos mirando el cuerpo como algo separado, en lugar de habitarlo y atenderlo con respeto y compasión. Nos perdemos en el ruido externo y olvidamos escuchar la voz interior: auténtica, elevada y compasiva. Muchas veces vivimos a los otros como espejos que nos dañan, cuando en realidad podemos reconocernos como reflejos de luz, para acompañarnos y sostenernos mutuamente.

Cuando aprendemos a escucharnos desde adentro, también cambia la forma en que nos relacionamos con el afuera. Cuerpo, mente, emociones y vínculos se entrelazan en una misma danza.

La salud mental forma parte esencial de nuestro bienestar. No es solo la ausencia de “enfermedad”, sino el arte de encontrar equilibrio entre lo que pensamos, sentimos y hacemos cada día.

Recordando siempre que somos pequeños puntos de energía dentro de la misma coreografía. Comprendiendo que la única manera de resolvernos es estando presentes.

Como humana, durante mucho tiempo creí que la sabiduría solo estaba afuera.

Como terapeuta, acompañando a otros seres humanos, descubrí que la sabiduría más importante está dentro de cada uno de nosotros. Solo tú conoces tu verdad.

El espacio terapéutico es un lugar para conectar con tu propia sabiduría y tus ritmos internos, para escucharte, comprenderte y, a veces, traducir lo que cuesta poner en palabras.

Desde mi corazón, creo un tiempo y un espacio para que eso suceda. Te acompaño con herramientas y experiencias para que puedas habitarte de manera más plena y presente.

Con amor, Agus.